viernes, 1 de febrero de 2013

"Dicebamus hesterna die..."

Aquí lo tenía olvidado, cual juguete de la infancia pero él, como perro fiel, esperando... mi retorno. Bueno, dejando de lado lamentos y demás quejumbres que a nada conducen, pues lo hecho hecho está, desempolvo mis bártulos de escritura, mis aperos caligráficos y dispóngome a aporrear mi Remington digital. Esta vez para saldar conmigo mismo una deuda personal. Me lo debía. Voy a hacer publicidad de un excelente libro, cuyo autor, un antiguo conocido y muy querido amigo mío, tuvo el acierto de escribir hará ya un tiempo. Dado el éxito de ventas obtenido por el libro, los innumerables premios y galardones literarios concedidos me veo en la obligación de reseñarlo, aunque sea de pasada, en este modesto blog. Y sin más rodeos...
Se trata del libro publicado por Joaquín Mateu Alejandro en la Editorial Brosquil (2009) titulado: 

LAS TEORÍAS LEXICOGRÁFICAS DE VICENTE SALVÁ EN EL NUEVO DICCIONARIO DE LA LENGUA CASTELLANA



El presente trabajo estudia varios aspectos de una de las obras más importantes de la lexicografía española no académica del siglo XIX: el Nuevo Diccionario de la lengua castellana de Vicente Salvá.

Además de realizar una aproximación a la biografía del autor y de abordar aspectos generales de esta obra como son el contexto histórico en el que nace y su génesis, se analizan otros más específicos como la metodología lexicográfica utilizada por Salvá en su elaboración y el tratamiento diferenciado que da al campo léxico de los arcaísmos. Tras el estudio conjunto de su vida y su obra se concluye que, como gran estudioso de la lengua castellana, trató de reflejar en su Nuevo Diccionario tanto el estado de lengua en sincronía como en diacronía mediante la aplicación de una metodología moderna, sistemática y rigurosa. Así pues, su obra es novedosa y original e intenta ser descriptiva y normativa a la vez. El Nuevo Diccionario alcanza una gran difusión en la época, convirtiéndose en un hito de la lexicografía española decimonónica.

Este libro resulta de interés para todos aquellos filólogos relacionados con el campo de la lexicografía, asimismo también para los que quieran conocer de la figura de Vicente Salvá, egregio valenciano, hoy en día poco conocido pero importante en su momento.

Y con estas letras arriba escritas y mis parabienes cumplo con lo prometido. Así sea.

viernes, 4 de diciembre de 2009

y el camino continúa...

En ocasiones pasa la vida y entre el ritmo de los días y las horas se llega a una encrucijada, una bifurcación, a un camino pitagórico…, entonces aparece la Duda. Razón o corazón.

En ocasiones pasa la vida hasta que un día se decide elegir aquel sendero que aparece a mano izquierda, según se llega. El camino del corazón, pero también del sentido común, del valor, de la ética y de la sabiduría. Porque ese corazón ya no es un corazón de quince años que galopa desbocado en el pecho sino un corazón de cadencia acompasada, no exento de miedos, pero de pálpito firme y cierto. Reconocer esos momentos, saborearlos, y disfrutarlos y elegirlos es un ir sumando grados, en ese ciego peregrinar hacia la nada o el todo, que es lo mismo. Hay que crecer antes de multiplicarse, ya lo dicen el Génesis y hasta los últimos gurús. Así pues, tú que ahora estás leyendo, eres la tierra y su simiente, te dejo este presente y sea para ti como agua para caminante, para tu corazón sediento.

1. Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni cri­ticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a si­ mismo.
39. Vence tus antipatí­as y acércate a las personas que deseas rechazar.
40. No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
41. Transforma tu orgullo en dignidad.
42. Transforma tu cólera en creatividad.
43. Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44. Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45. Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatí­a, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pídele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo, mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.
83. Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

Mandamientos de Gurdjieff.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Nel mezzo del cammin di nostra vita...

Ya firmaríamos muchos porque en realidad fuese la mitad del camino andado. Quizá como dijo Dante en el comienzo de su primer canto, sea el momento en el que comienza la bajada a los infiernos. Hemos vivido bastante y nos ha parecido que todo fue ayer, todavía nos queda mucho por recorrer, carpe diem, pues. Yo ya he plantado mi árbol, he escrito mi libro y he tenido a mi hijo, según reza la voz popular ya me he realizado. Quizá para convertirme en renunciante hindú debería criarlo un poco más y luego, como diría Sancho Panza -humilde pero honrao- a quemar las naves y que me quiten lo bailao que más sabe el diablo por viejo que por diablo y que ande yo caliente pues más vale pájaro en mano que ciento volando y lo que va delante, va delante que más vale solo... y así toda una retahíla paremiológica. Qué nos deparará el paso del ecuador, el cuerpo y las fuerzas comienzan a menguar, empiezan a aparecer deterioros propios del paso del tiempo y de la edad, se pueden refrenar, sí, pero, aunque más lento si cabe, todo llega inexorable. ¿Aborregamiento mental? Me niego. La gente empieza a enquistarse en sus puntos de vista, a hablar de lo mismo, a complicarse la vida, a ritrovarse en una selva oscura, a que nada sea diferente, a ¡ya te decía yo!, ¡qué me vas a decir a mí!, a ¡yo ya estoy de vuelta de todo! Infeliz del que ve al mundo tan solo a través de su mínimo cristal. Viva la curiosidad, siempre se aprende algo nuevo si estamos a abiertos a ello, al observar y al escuchar desde el respetuoso silencio siempre se percibe una sutil música que suena diferente. Bendita la curiosidad del niño, la del gato que casi lo mata, yo me considero un curioso pero no aquel impertinente del Quijote. Tengo en la cabecera de mi cama, ondeando flamígeramente, la sentencia de nulla dies sine linea. Cualquier cosa vale la pena por pequeña que sea si aprendes algo y siempre hay algo que aprender. Así que yo os invito, como decían los clásicos, aprended, aprended deleitándoos. Ya descansareis al final cuando llegue el sueño igualatario y eterno. Por bienvivida daré así mi existencia si cada día, en cada cosa que hago aprendo algo, y no hablo solo de conocimientos. Saber acrecentar la verdadera sabiduría a medida que se hace camino es un don precioso que pocos saben cultivar.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Pero cuando llegó la noche 310, ella dijo...

Scherezade cuenta en su noche 310 la sexta y la séptima historia de Simbad el marino donde aparece la isla de Serendib y la historia de los tres príncipes. Hace años, en 1993 me encontré, quizá por serendipia, con un libro que me alumbró más sobre la cuestión. El libro se titulaba "Serendipia, descubrimientos accidentales de la ciencia" de Royston M. Roberts, en él se habla del papel del azar en los muchos descubrimientos científicos y técnicos. Pero de todo ello se extrae algo más, que siempre hay una persona en un lugar y en un tiempo que toma una decisión, la que origina la serendipia. La vida es la patria de la serendipia. ¿Cuántas cosas nos encontramos durante este recorrido? El amor, la amistad, el dolor, oportunidades y cuántas otras cosas más. Pero ¿es realmente la casualidad, la suerte o el azar? Creo que no. Hay algo más, algo que está en nuestra mano, el tomar la decisión de hacer algo. Eso es lo que marca la diferencia en la vida, hacerlo o no hacerlo, de ahí se derivan las consecuencias de todo. Podemos descubrir cosas por casualidad, pero tenemos que estar en el tiempo y lugar adecuado y tomar la decisión. Saber observar lo que nos rodea y... ejecutar la acción. Ya se verá, andando el tiempo, si la decisión ha sido correcta o no, si conlleva algo bueno o no, pero desde luego hay que actuar.
Así pues, hagamos, la vida sonríe más a los que hacen, no tanto a los que solo piensa en hacer. Decide y haz.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Ubi sunt

Ubi sunt qui ante nos in hoc mundo fuere
reza así un canto medieval de estudiantes goliárdicos que hoy ha dado lugar a la letra del famoso himno académico universitario Gaudeamus igitur "¿Dónde están los que vivieron en este mundo antes que nosostros?".
Hace años me di cuenta del valor que tienen los momentos que se disfrutan al lado de un niño. Quizá porque tengo la suerte de trabajar con ellos, o, simplemente, porque como muchos, yo también tengo hijos.

La infancia es el periodo de la vida de un ser humano con más pureza en el alma, lleno de sinceridad y de apasionamiento por todas las cosas que rodean la existencia del hombre.

Nuestra sociedad nos somete al imperio del reloj y de la prisa, no nos permite saborear esos múltiples y pequeños momentos cotidianos que pasamos junto a nuestros hijos. Son muchos, pero se llegan automatizar, a trivializar de tal forma que se convierten en una rutina, y cuando esta no se desarrolla como esperamos, entonces nos ponemos nerviosos, nos enfadamos, aflora nuestro ego y se transforma en una continua batalla lidiada, como el que más, mediante órdenes, consignas y negatividades.

La pedagogía del NO aparece, y terminamos educando a ser alguien ética y moralmente íntegro mediante la vía del NO SER (no hagas esto, no hagas lo otro, esto no se hace así, esto no se dice, esto no, eso no...). Me niego.

Hay que descender al universo de los niños. Para ellos todo es juego, la vida es un juego, así pues, juguemos con ellos a vivir. Cualquier aprendizaje, por complejo que parezca, pueder ser un juego; un juego compartido. Sentémonos en el suelo a escucharles, a observarles, rozémonos las rodillas y las puntas de los zapatos y pasemos ratos con ellos, momentos llenos de sonrisas, de sabias palabras y de sabia paciencia, adaptemonos a ellos, seamos flexibles. Enseñémosles a ser lo que son: niños y nada más; aprendiendo eso, cada día sin darnos cuenta, aprenderán a ser adultos.

Los momentos vividos, aunque pasen, cosa inevitable como el río que fluye, y no haya jamás dos iguales, los habremos disfrutado. Llegará el día en que ya no escuchemos por casa sus risas alocadas, sus correrías, sus demandas constantes de atención, su tan manido: papá o mamá VEN. Se harán más silenciosos, en ocasiones nos ocultarán sus sentimientos porque son solo suyos. El color de su habitación cambiará, los juguetes dormirán en alguna caja vieja de cartón en un rincón del trastero. Llegarán las incertidumbres, las habitaciones vacías y ordenadas, las largas esperas en la noche al lado del teléfono que no suena y los ya no pienso igual que tú. Ya no seremos lo más importante en sus vidas, su corazón tendrá otras parcelas con nombre propio. Cuando llegue ese día inevitable y necesario, cuando el pájaro abandone su nido y éste se vista de ausencia, nos quedará, al menos, la dulce satisfacción del deber cumplido, y también todos los recuerdos imborrables de haber estado siempre allí, a su lado, viéndoles crecer, ensenándoles a pescar, jugando con ellos al día a día, al juego de la vida, sin prisa, ni pausa, sin el antes, ni el después, sino un simplemente y siempre... ahora.

Así pues como dijo el poeta:

"Vino primero pura
vestida de inocencia
y la amé como un niño

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes
y la fui cambiando sin saberlo

Llegó a ser la reina
fastuosa de tesoros..."

Disfrutemos la infancia de nuestros hijos porque es su regalo cotidiano y entregado sin condiciones, sin pedirnos nada a cambio, porque sin darnos cuenta llegará el día en el que pronunciemos, con añorada nostalgia y ójala que con, al menos, leve sonrisa, aquello de: "Recuerdas cuando..."

martes, 9 de octubre de 2007

Fides punica

Decía un sabio que aunque no existiera la religión habría personas buenas que harían el bien, y también habría personas malas que harían el mal, pero para que las personas buenas pudieran hacer el mal era necesario que existiera la religión.

Con su infinita capacidad de perdón el cristianismo exime al hombre de toda responsabilidad.

Nos ha costado siglos responder tantas y tantas preguntas sobre el mundo, esfuerzos denodados de hombres y mujeres de todas las épocas para buscar una explicación a todas las cosas posibles, y las que todavía nos quedan por descubrir, tanto esfuerzo para seguir en lo anímico como al principio.

La Fe esa herramienta que anula una de las esencias del hombre, la búsqueda de las explicaciones, la razón, continúa, a pesar del paso de los siglos, esgrimiéndose como infalible para las "cuestiones" donde el entendimiento humano todavía no ha llegado. La Fe, una postura cómoda para quien no se quiere plantear ninguna búsqueda. La Fe llena el corazón del ignaro y la mano del exaltado. Anula, en definitiva, lo más poderoso del hombre, su inteligencia racional.

Continuará, tened Fe...

lunes, 30 de abril de 2007

Fugit Irreparabile tempus

(Virgilio, Geórgicas 3,284)

Cuán rápido se escapa el tiempo, aunque siempre está parado. Tiempo que destruyes las cosas y mitigas las desgracias. Nos acercas a lo eterno, donde ya no existes, tiempo humano y perecedero. Tiempo que todo lo traes y todo lo llevas.

Salud, dinero y amor… No, salud y tiempo, luego amor y dinero.
El tiempo se nos escapa a cada momento. Es un gran patrimonio, el tiempo para poder disfrutarlo y saberlo hacer. ¿Nos falta tiempo? O solo nos falta para aquellas cosas que no priorizamos.
Tantas cosas para hacer antes de morir… en nuestra sociedad occidental y materialista.
Tiempo y silencio, dos placeres abundantes pero poco saboreados. Tan solo, detente y calla. Escucha y deja lo que estás haciendo. Algo tan sencillo que casi nadie sabe hacer. Como dijo el poeta: oscuro, para que todos atiendan. Claro como el agua, claro, para que nadie comprenda.

Nos venden ocio por todas partes. Hay que divertirse a costa de lo que sea, llámese sea a dinero. Todo se paga, hasta el tiempo se paga. La diversión se convierte en sinónimo de fruición, de movimiento continuo, de acúmulo de emociones y cuanto más intensas mejor. Hay que vivir deprisa y mucho, pero qué es mucho. Ha vivido mucho se oye comentar a las gentes... Experiencias, me dicen, muchas experiencias, sí, primum vivere diende scribere, philosophari, et caetera. ¿Hace falta salir de la cueva para ser un sabio?, prefiero un sabio a un político, saber o poder. Saber.

La imagen y el sonido presiden nuestra vida. Somos bombardeados con centenares de estímulos a diario que saturan nuestro córtex y bloquean cualquier actividad interior, pensar, sin ir más lejos. No existe el silencio. Cuando despertamos comienza el día y el ruido del mundo invade nuestro reino interior, ya no desconectamos hasta que dormimos de nuevo. Ruidos, conversaciones, música, mp3, mp4, ¿mp5?, televisión, fotos, carteles, imágenes quietas o en movimiento. Todo satura nuestros dos principales sentidos que nos unen al mundo, vista y oído. Y si no para muestra un… Cuan incómoda situación se produce en un ascensor al coincidir con alguien, permanecer callados, esperando con ansía que llegue el piso al que hemos llamado. No sabemos estar en silencio. Por el contrario, que gran amigo de confianza es aquel junto al que podemos estar cinco minutos sin decir una palabra.
Yo me siento a veces en lo oscuro, en silencio, y cuando cesan la charlatanería interior, mis pensamientos fugaces, el pitido de mis oídos, entonces, descubro el sosiego. Respiro y lato. Ese tiempo durante el que el mundo soy me devuelve nuevo a esta Divina Comedia.

Nihil novum sub sole

jueves, 19 de abril de 2007

Fiat lux

(Génesis, cap. I, v.3)

La del alba sería...
Cuando se me ocurrió crear este Blog. Dijo el poeta que el hombre verdaderamente sabio, de todos los placeres de la vida, no pide mas que la salud del alma y la del cuerpo. Orandum est ut sit mens sana in corpore sano (Juvenal, Sátiras X, 356)

Qué gran verdad, de qué me sirve todo lo que existe en el mundo si no hay un equilibrio entre la mente y el cuerpo, entre el Alma y el Ser. Si no sé que soy, no existo, y si no existo para qué me sirve todo lo que existe.

Para el que se cruce en este camino con alguien que recuerde el Memento mori con el que se saludan los cartujos y trapenses.

La vida te enseña, nunca deja de enseñarte, día tras día pero cuando te graduas, te licencias, te doctoras y llegas a Sabio..., te sorprende la muerte. ¡Ay! del vano que cree que ya está de vuelta, ese regresa desde tan solo la mitad del camino. Triste es el ser humano que mirando su Ónfalos exclama: ¡así es el mundo!